El lanugo es el vello fino y suave que cubre el cuerpo de los recién nacidos. Aunque puede parecer insignificante, el lanugo cumple varias funciones importantes para los bebés antes y después de su nacimiento. En este artículo, exploraremos las diferentes funciones del lanugo en los recién nacidos y cómo contribuye al bienestar de los bebés.
Protección de la piel
Una de las funciones principales del lanugo es proteger la delicada piel de los recién nacidos. Durante el desarrollo fetal, el lanugo se forma en la piel del bebé y lo cubre por completo. Esta capa de vello actúa como una barrera protectora contra las sustancias irritantes presentes en el líquido amniótico.
Contra sustancias irritantes
El líquido amniótico, que rodea al bebé en el útero, puede contener sustancias irritantes como bacterias, productos químicos y otros desechos. El lanugo ayuda a prevenir que estas sustancias entren en contacto directo con la piel del bebé, evitando así posibles irritaciones o infecciones.
Contra el frío y la humedad
Otra función importante del lanugo es actuar como una barrera contra el frío y la humedad. Durante el desarrollo fetal, el lanugo ayuda a mantener al bebé cálido y protegido en el ambiente acuoso del útero. Después del nacimiento, el lanugo sigue cumpliendo esta función al proporcionar una capa adicional de aislamiento térmico.
Evitar la deshidratación
El lanugo también ayuda a evitar la deshidratación en los recién nacidos. Durante el embarazo, el bebé obtiene nutrientes y líquidos a través de la placenta. Sin embargo, después del nacimiento, el bebé debe comenzar a obtener estos nutrientes a través de la lactancia materna o la alimentación con fórmula. El lanugo ayuda a retener la humedad en la piel del bebé, evitando así la pérdida excesiva de líquidos y contribuyendo a mantener una hidratación adecuada.
Desaparición natural
A medida que el bebé se acerca a la semana 40 de gestación, el lanugo comienza a desaparecer de forma natural. Esto se debe a que el bebé ha desarrollado una capa de grasa subcutánea que proporciona un aislamiento térmico más eficiente que el lanugo. Además, el bebé también ha desarrollado glándulas sebáceas que ayudan a mantener la piel hidratada. Por lo tanto, la desaparición del lanugo es un proceso normal y no debe ser motivo de preocupación.
Regulación de la temperatura
Otra función importante del lanugo es ayudar a regular la temperatura corporal de los recién nacidos. Los bebés, especialmente los prematuros, tienen dificultades para regular su temperatura debido a su inmadurez fisiológica. El lanugo actúa como una capa adicional de aislamiento térmico, ayudando a mantener al bebé cálido en ambientes fríos y evitando que se sobrecaliente en ambientes cálidos.
Mantener la temperatura corporal
El lanugo ayuda a mantener la temperatura corporal del bebé al atrapar el calor generado por su cuerpo. Esto es especialmente importante en los primeros días y semanas después del nacimiento, cuando el bebé aún no ha desarrollado completamente su capacidad para regular su temperatura interna. El lanugo actúa como una especie de «abrigo» natural que ayuda a mantener al bebé cómodo y protegido.
Parto y formación del meconio
Además de su función de protección y regulación de la temperatura, el lanugo también desempeña un papel importante durante el parto y la formación del meconio, la primera deposición del bebé después del nacimiento.
Facilitar el paso a través del canal de parto
El lanugo ayuda a lubricar el canal de parto y facilitar el paso del bebé durante el proceso de nacimiento. El vello suave y fino del lanugo reduce la fricción entre el bebé y las paredes del canal de parto, lo que facilita su salida al mundo exterior.
Contribuir a la formación del meconio
El lanugo también contribuye a la formación del meconio, la primera deposición del bebé después del nacimiento. Durante el embarazo, el bebé traga líquido amniótico que contiene células muertas de la piel y otros desechos. El lanugo atrapa estas células muertas y otros desechos en su superficie, formando parte del meconio. Una vez que el bebé nace, el meconio es expulsado del cuerpo y da paso a las deposiciones normales del bebé.
El lanugo en los recién nacidos cumple varias funciones importantes. Actúa como una barrera protectora contra sustancias irritantes, ayuda a regular la temperatura corporal, actúa como una barrera contra el frío y la humedad, evita la deshidratación, facilita el paso a través del canal de parto y contribuye a la formación del meconio. Aunque el lanugo desaparece de forma natural antes del nacimiento, su presencia durante el desarrollo fetal y los primeros días de vida del bebé es crucial para su bienestar y protección.